Como ya informara el Boletín «Cáritas Contigo», El Escorial acogerá, los próximos días 26, 27 y 28 de junio, la 72ª Asamblea General de Cáritas Española, donde cerca de 200 representantes de las 70 Cáritas Diocesanas de todo el país y de los Servicios Generales de la Confederación, se reunirán para debatir y aprobar los resultados del año 2014 y los presupuestos y programación de 2016, pero, además para tratar un tema importante en la acción de Cáritas: la Economía Solidaria, por la que se ha apostado decididamente en los últimos años.
Nuestro Blog no ha querido estar ausente ante tan importante acontecimiento para la vida de Cáritas. Es por eso que hemos dialogado con Sebastián Mora Rosado, que desde 2010 es Secretario General de Cáritas Española, posición que tiene, entre sus responsabilidades, la de impulsar el cumplimiento de la misión de Cáritas, como acción de la comunidad cristiana, que es la de promover el desarrollo integral de las personas y los pueblos, especialmente de los más pobres y excluidos.
BCcES: Sebastián, buenos días. Nos gustaría conversar contigo sobre la próxima Asamblea General de Cáritas: ¿Podrías comentarnos qué es y cuál es el objetivo de la Asamblea?
Sebastián: Buenos días. La Asamblea es el órgano máximo de decisión de Cáritas, donde participan las entidades asociadas a la Confederación: esto es, las 70 Cáritas Diocesanas, y otras organizaciones católicas de acción social y caritativa en España.
La Asamblea se reúne de modo ordinario una vez por año, suele realizarse en el mes de junio; y su objetivo principal es tratar las propuestas programáticas de acción social y su aprobación, así como el presupuesto para su ejecución. También se da cuenta de la labor realizada en el curso que finaliza, aprobándose la Memoria, balance y cuentas anuales.
Pero, además de estos aspectos formales contemplados en su estatuto, la Asamblea es un espacio fecundo de diálogo e intercambio, y un momento muy importante para compartir, reflexionar, debatir sobre temas significativos en la vida de nuestra Confederación.
Por ello, se escoge un tema central sobre el cual se preparan unas actividades y dinámicas de trabajo que nos ayuden a reflexionar sobre él, extraer conclusiones y definir cursos de acción. Y es así, que en 2015, el tema escogido es la Economía Solidaria.
BCcES: A propósito de lo que nos comentas, podrías decirnos ¿por qué se ha escogido este tema?, ¿qué importancia tiene en la Confederación?
Sebastián: Es sabido por todos que en los últimos años, especialmente éstos que hemos dado en llamar “la crisis”, se ha intensificado la problemática social y económica, y las indeseadas consecuencias que afectan a personas y familias en España.
Pero no sólo en ella, sino también en todos los países del mundo, especialmente los del Sur.
Si bien hay algunos avances en la permanente lucha contra la pobreza, aún son bastante insuficientes, lo cual nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos cotidianos en esta tarea continua.
Si reflexionamos sobre la pobreza, es inevitable hacerlo sobre sus causas, y es allí donde encontramos que la economía tiene mucho que ver en ello.
El sistema económico vigente es injusto, genera desigualdad y pobreza. El Papa Francisco ha sido muy claro en esto. En Evangelii Gaudium nos dice que «Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata».
Esto lo comprobamos de muchas maneras. A diario, desde los servicios de acogida de Cáritas en toda España, donde muchos hermanos y hermanas acuden en busca de una mano tendida que les ayude a superar su situación. El VII Informe FOESSA nos dice que en España el 25,1 % de la población, 11.746.000 personas, están afectadas por procesos de exclusión social y económica. De ellas, el 77,1 % sufren exclusión del empleo, el 61,7 % exclusión de la vivienda y el 46% exclusión de la salud.
Y también lo comprobamos desde informes oficiales de organismos como el PNUD, que nos aportan datos tales como:
Y nos entristece aún más cuando sabemos que, por ejemplo, en los países en desarrollo, más de un niño de cada diez no llegará a cumplir los 5 años. O que cada día, 30.000 niños de menos de 5 años mueren de enfermedades que hubieran podido ser evitadas. O que 876 millones de adultos son analfabetos (2/3 mujeres) y que un niño de cada cinco no tiene acceso a la educación primaria.
Esta realidad es la que nos lleva a reflexionar, cada vez con mayor profundidad, que debemos plantar cara a esta situación, no sólo abordándola para ayudar a quienes peor lo pasan, sino también modificando las causas que la generan.
Y es aquí donde se enmarca, y no desde ahora, nuestra apuesta por la Economía Solidaria, entendiéndola como la construcción de un sistema económico alternativo, que se alimenta de nuevas prácticas económicas, cuyo objetivo no es ganar dinero o producir riqueza como un fin en si mismo, sino en el que las personas tengan acceso a condiciones dignas de vida, a bienes y servicios necesarios para su desarrollo, en condiciones justas, igualitarias y con criterios de solidaridad.
La importancia que tiene este tema en nuestra Confederación, es que nos creemos de verdad que desde esta nueva práctica económica es posible transformar la sociedad, desde un modelo de justicia, que permita el desarrollo de las personas, sus familias y la comunidad, de un modo sostenible.
BCcES: Sebastián, vemos que en Cáritas, esta convicción, se ha trasladado a la acción, constatando que las prácticas de Economía Solidaria tienen hoy una importancia significativa: empresas de la economía social, iniciativas de promoción y sensibilización de comercio justo, … ¿Qué reflexión te merece esto?
Sebastián: Lo primero que se me viene a la cabeza, es que llevar a la práctica un modelo de economía solidaria, sí que es posible.
Es una opción, que implica poner la economía al servicio de las personas y no al revés. Porque es un modelo que apuesta por desarrollar a las personas antes que ganar dinero o acumular riqueza.
Afortunadamente somos cada vez más las personas y organizaciones que optamos por este modo de hacer economía. Cáritas se compromete con este esfuerzo común en el que participan cotidianamente hombres y mujeres que tienen “hambre y sed de justicia”, y que se plasman en iniciativas sostenidas desde numerosas organizaciones y no pocas empresas de economía solidaria.
El gran desafío es que “este modo de hacer economía” vaya permeando todos los estratos y organizaciones sociales, especialmente las empresas convencionales, las que hoy, mayoritariamente, participan en la economía de mercado.
En Cáritas queremos ser testimonio de este nuevo modo de hacer economía, y humildemente, aportar otra visión, otra metodología, otros principios, donde tengan lugar valores como la justicia y la cooperación, practicando una economía, donde la persona y el respeto de sus derechos, sean el centro de interés, transformándola así, en economía solidaria.
En Cáritas venimos trabajando desde hace más de 30 años, en la puesta en marcha de iniciativas de economía solidaria. Es nuestro aporte, nuestra labor testimonial, de ir anticipando lo que puede ser una sociedad organizada en base a los principios de esta nueva economía.
Promovemos el comercio justo, a través de la importación de productos de cooperativas y pequeños productores de países del Sur, que son realizados en condiciones dignas y de respeto de sus derechos, los cuales son ofrecidos en las más de 30 tiendas y puntos de venta de la Red Interdiocesana de Comercio Justo, sirviendo así como medio para la sensibilización en España, sobre la situación injusta y desigual del comercio mundial, y de que sí es posible cambiarlo.
Ponemos en marcha empresas de economía social, que favorecen la creación de empleo social para personas en situación de riesgo de exclusión. Empresas de inserción, cooperativas, centros especiales de empleo, talleres productivos, …, son instrumentos eficaces y solidarios, para la formación y el acceso a un empleo digno, que les permite su integración socio-económica. En el año 2014, 488 personas pudieron acceder a un empleo a través de 396 puestos de inserción de nuestras empresas.
Impulsamos y apoyamos las finanzas éticas, a través de la promoción en el uso de sus herramientas, como son los fondos de inversión éticos, y de la construcción de un proyecto de banca ética y solidaria, como es FIARE, en el que Cáritas se ha involucrado desde su nacimiento en 2002 y que a partir de 2014 es Banca Ética Fiare. Hoy son más de 20 las Cáritas Diocesanas socias de este proyecto.
Nuestro reto es encontrar el camino para que las claves de la economía no sean otras que la de ser una herramienta al servicio de TODAS las personas, generando igualdad de oportunidades para el acceso a los bienes y servicios que producimos.
Es de destacar, que esta opción implica un cambio en el modo en el que consumimos, debiendo transitar hacia un modelo de consumo responsable, que esté basado en la utilización de productos y servicios respetuosos del medio ambiente, y en la cantidad necesaria para cubrir nuestras necesidades, evitando el derroche y el despilfarro, promoviendo así la sostenibilidad del planeta, y posibilitando la satisfacción de las necesidades de todos y todas, en pos de la preservación de los recursos naturales y finitos que disponemos.
BCcES: En ocasión de esta Asamblea, ¿qué mensaje le quieres enviar a todos los hombres y mujeres que –desde distintas funciones: administradores, gerentes, técnicos y trabajadores, remunerados y voluntarios- diariamente dedican su tiempo y esfuerzo en cada una de las iniciativas de la economía solidaria impulsadas por las Cáritas Diocesanas y sus entidades vinculadas?
Sebastián: Más que mensaje, me quiero dirigir a ellos para expresar mi más profundo AGRADECIMIENTO, a la magnífica labor que desarrollan todos los días, demostrando que esta nueva manera de hacer economía, es posible.
Son ellas y ellos las que nos dan un mensaje todos los días: con su testimonio nos van indicando el camino hacia donde debemos ir.
A todos ellos decirles que en Cáritas estamos orgullosos de su quehacer, y que los apoyamos, con los medios a nuestro alcance, apostando desde nuestra acción caritativa y social, para que las prácticas cotidianas de nuestras iniciativas de la economía solidaria, cada día se fortalezcan y crezcan más.
Su buen hacer iluminará, sin lugar a dudas, las reflexiones sobre Economía Solidaria que tendremos en nuestra Asamblea.