Comercio Justo en Cáritas: ahora más que nunca

Voluntarias de Cáritas Zaragoza durante la apertura de La Artesa en Octubre.

La Red Interdiocesana de Comercio Justo de Cáritas celebró el pasado 6 de noviembre su reunión anual con una asistencia total de 20 personas de 17 Cáritas Diocesanas.

La reunión, celebrada online debido a las actuales circunstancias por la persistencia de la COVID, se centró en el análisis de la situación del Comercio Justo en la red de Cáritas tras el impacto que ha supuesto la pandemia, cómo ha afectado esto a los proyectos y a todo cuanto se había planificado, destacando los aspectos negativos y aquellos otros que podrían suponer cambios o mejoras a pesar de todo.

Es de destacar que el periodo de confinamiento de marzo a mayo, con las tiendas cerradas, ERTES, la imposibilidad de venta y el personal en casa, es lo peor que ha pasado y la persistencia del virus a dejarnos, la mayor amenaza.

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Oportunidades y dificultades:
Tras la participación de todas y todos los asistentes, se destacaron los aspectos positivos, como han sido la mejora y el incremento de la actividad en todo lo relativo a la comunicación, sensibilización, redes sociales, las alianzas con otras redes, con el pequeño comercio y con autoridades locales. Los cambios físicos que se han dado con nuevos locales para apertura de nuevas tiendas incluso mejor situadas y con la salida a la venta exterior como alternativa para dar salida a los productos y aumentar la visibilidad.

Por otra parte, entre las mayores dificultades detectadas, las que han sido detectadas, son: la caducidad de los productos, y  el voluntariado que abandona o permanece confinado. Hay que recordar que la actividad del Comercio Justo es fundamentalmente presencial y ahora mismo la COVID no permite actividades como charlas, ferias y muchas otras.

Jóvenes trabajando en la nueva tienda La Troballa en Algemesí / Caritas Valencia

Claves para el futuro cercano

Entre los aspectos que se han reflexionado como puntos importantes a tener en cuenta en este tiempo son: Compartir las necesidades, las buenas experiencias, las lecciones aprendidas, innovación, creatividad, materiales diferentes, etc. En definitiva: construir claves para avanzar trabajando en red. Una de estas ellas es la COVID como oportunidad para fomentar un nuevo modelo de consumo.

La crisis ha provocado que miles de personas hayan cambiado su escala de valores durante el confinamiento. Se compra menos y se mira más el producto. Se prefieren productos relacionados con la salud, la sostenibilidad de la vida, el valor social, el trabajo digno, el compromiso con la naturaleza y todo aquello que nos reconforta más como consumidores/as.

Otra punto importante es asimilar que el Comercio Justo y el Comercio de proximidad no se contradicen, sino que se complementan. Apoyar en comercio de barrio y también el de las comunidades lejanas que viven de sus productos.

El mayor desafío a día de hoy, es la persistencia del virus a dejarnos, pero la Red de Cáritas seguirá unida y trabajando, buscando soluciones para salvar esta crisis.